sábado, 28 de diciembre de 2013

A orillas del río piedra me sente y llore - Paulo Coelho

En toda historia de amor siempre hay algo que nos acerca a la eternidad y a la esencia de la vida, porque las historias de amor encierran en sí todos los secretos del mundo. Pero ¿que ocurre cuando la timidez sacrifica a un amor adolescente? ¿Y que sucede cuando, al cabo de los años, el destino hace que una mujer reencuentre a su amado? A ella, la vida le ha enseñado a se fuerte y a dominar sus sentimientos. A él, que posee el don de la curación, la religión le ha servido como refugio de sus conflictos interiores. Pero a ambos les une un solo deseo: el de cumplir sus sueños. El camino que habrán de recorrer es escabroso, y el sentimiento de culpa un obstáculo casi insalvable. Pero sera a orillas del río piedra, en un pueblecito del Pirineo, donde ambos descubrirán su propia verdad.







F R A S E S (pueden ser spoilers)
-Quedamos en hablar del amor. No podemos seguir eludiendo el asunto. Tú sabes cómo he pasado estos días. -Amares peligroso. -Sé de eso. Ya conocí el amor. Amar es como una droga. Al principio hay una sensación de euforia, de entrega total. Después, al día siguiente, quieres más. Todavía no te has enviciado, pero te ha gustado la sensación, y te parece que puedes mantenerla bajo control. Piensas en la persona amada durante dos minutos y la olvidas durante tres horas. -Que ejemplo tan horrible. -Por eso, solo debemos amar a quien podemos tener cerca.

-Te amo. -Estoy aprendiendo a amarte. -¿Crees que llegara el momento ideal?. -No deberías preguntar. El amor no hace muchas preguntas, porque si empezamos a pensar empezamos a tener miedo. Es un miedo inexplicable, y no vale la pena intentar traducirlo en palabras. -Lo se. Nunca había preguntado. -Ya tienes mi corazón. Mañana puedes partir, y recordaremos siempre el milagro de estos días; el amor romántico, la posibilidad, el sueño.








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